Las parábolas de Jesús, son una especie de relatos o cuentos cortos, que nos brindan lecciones morales para entender la salvación y el amor divino de nuestro Padre. Cuando recorremos dichos pasajes, encontramos muchos valores, enseñanzas, detalles que nos van guiando de cómo mejorar nuestras vidas. Aprender las lecciones que nos ayudarán a corregir nuestro comportamiento, sanar nuestras heridas y ayudar al prójimo.
En estas parábolas, encontramos enseñanzas que debemos rescatar, pero tener siempre en mente aquellos mensajes que nos brindarán esa paz espiritual eterna. Por eso hoy queremos compartir con ustedes unas 25 enseñanzas de Jesús que no debemos perder
1- En verdad, en verdad os digo: un siervo no es mayor que su señor, ni un enviado es mayor que el que lo envió (Juan 13:16)
2- De gracia recibisteis, dad de gracia. (Mateo 10:8)
3- Porque tuve hambre, y me disteis de comer. (Mateo 25:35)
4- No juzguen a nadie, para que nadie los juzgue a ustedes. Porque tal como juzguen se les juzgará, y con la medida que midan a otros, se les medirá a ustedes.
5- Así que, es lícito en los días de reposo hacer el bien. (Mateo 12:12)
6- ¿Y por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo? (Lucas 6:41)
7- Amarás a tu prójimo como a ti mismo. (Mateo 22:39)
8- Honra a tu padre y a tu madre. (Mateo 15:4)
9- Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios. (Mateo 5: 9)
10- Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón. (Mateo 6:21)
11- Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas? (Mateo 6:26)
12- Dejad a los niños venir a mí. (Marcos10:14)
13- El que esté libre de pecado, que lance la primera piedra. (Juan 8: 7)
14- Reconcíliate cuanto antes con tu adversario. (3 Nefi 12:25)
15- Recorría Jesús todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo. (Mateo 9:35)
16- … el que se arrepienta y cumpla los mandamientos del Señor, será perdonado. (D. y C. 1:32)
17- Así también vosotros por fuera parecéis justos a los hombres, pero por dentro estáis llenos de hipocresía e iniquidad. (Mateo 23:28)
18- Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación. (Mateo 5:4)
19- Y de nuevo les digo que, es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja, que un rico entre en el reino de Dios. (Mateo 19:24)
20- Todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos. (Mateo 7:12)
21- Perdonen las ofensas de los hombres. (Mateo 6:14)
22- Y cuando ores, no seas como los hipócritas; porque ellos aman el orar en pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos de los hombres. De cierto les digo que ya tienen su recompensa. (Mateo 6: 5)
23- Porque aquello que me habéis visto hacer, eso haréis vosotros. (3 Nefi 27:21)
24- Pero Jesús les dijo: No hay necesidad de que se vayan; dadles vosotros de comer. (Mateo 14:16)
25- Escrito está: Mi casa, casa de oración será llamada. (Mateo 21:13)
26- Mas el que sin conocerla hizo cosas dignas de azotes, será azotado poco; porque a todo aquel a quien se haya dado mucho, mucho se le demandará; y al que mucho se le haya confiado, más se le pedirá. [Lucas 12:48]
27- Estuve enfermo, y me visitasteis. (Mateo 25:36)
28- Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os haré descansar. (Mateo: 11:28)
29- Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos. (Mateo 5:16)
30- Y pondrá las ovejas a su derecha y los cabritos a su izquierda. Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Vengan, benditos de mi Padre, heredarán el reino preparado para ustedes desde la fundación del mundo. Porque tuve hambre, y me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de beber; fui forastero y me recibieron; estuve desnudo y me vistieron; enfermé y me visitaron; estuve en la cárcel y vinieron por mí. Entonces los justos le responderán, diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te dimos de comer, o sediento, y te dimos de beber?. ¿Y cuándo te vimos como forastero, y te recibimos, o desnudo, y te vestimos? ¿Y cuándo te vimos enfermo, o en la cárcel, y vinimos a ti?, Respondiendo el Rey, les dirá: En verdad les digo que en cuanto lo hicieron a uno de estos hermanos míos, aun a los más pequeños, a mí lo hicieron. (Mateo 25: 34,35,36,37,38,39,40)