Jesús dijo:
<<El Reino de los Cielos es como aquel Dueño que salió por la mañana para contratar obreros para su Viña, y tras convencer a unos de pagarle un denario al día, los envió a su Viña. A la tercera hora salió y vio desocupados a otros que no tenían trabajo. Él les dijo:
"Vayan a mi viña y les daré lo que sea justo."
Así, ellos fueron.
A hora sexta y novena, el Hombre fue de nuevo e hizo lo mismo. Al salir a la undécima hora, encontró a otras personas desocupadas y les dijo:
"¿No tienen que hacer señores?, ¿Por qué están todo el día sin trabajar?"
Ellos respondieron que nadie los había contratado. El Dueño les dijo que vayan a su Viña y que trabajen para que reciban un justo pago.
Al atardecer, el Dueño ordenó a su Criado que les pague la jornada de trabajo empezando por los últimos hasta los primeros. Cuando llegaron los Obreros de la undécima hora, recibieron cada uno un denario, cuando llegaron los que fueron contratados Primero, recibieron un denario cada uno. Estos, murmuraban sobre el Hombre, luego dijeron:
"Nosotros hemos trabajado por más horas, hemos soportado el peso y calor del candente día, y a ellos que han trabajado sólo una hora, les han pagado lo mismo que a nosotros. No es justo."
El Dueño del viñedo respondió:
"Amigo mio, no te hago ninguna injusticia. Entre ustedes y yo, hemos quedado en un denario, ¿recuerdan?. Tomen lo que es suyo y retírense, yo le doy a ellos lo mismo que a ustedes. ¿No es justo hacer lo que quiero con lo mio?, ¿O es tu ojo malo porque yo soy bueno?."
Así, los últimos serán primeros, y los primeros, últimos.>>
Interpretación
Jesús odia la envidia, por eso elige al que no odia, al que acepta que el último sea el primero, pues eso es amor y generosidad.
(Mateo: 20, 1-16)