Jesús llamo a un Niño y dijo:

"Si no son como este Niño, no entrarán en el Reino de los Cielos. Así que cualquiera que se humille con este Niño, ese será mayor en mi Reino. Cualquiera que lo reciba en mi nombre, a mí me recibe. Cualquiera que lo haga tropezar, mejor cuélgense una soga al cuello con una piedra de molino de asno, y tírense a lo profundo del mar.

¡Ay del mundo por los tropiezos!, ¡Ay de aquel que lo cause!, si tu mano o pie hacen caer, córtalo, mejor vivir cojo o manco que con dos manos o con dos pies que te harán ir al fuego eterno. Si tu ojo te hace caer, quítatelo. Mejor vivir con un sólo ojo que tener ambos y ser echado al infierno.

No menosprecien a los Niños, porque los Ángeles siempre ven en ellos el rostro de mi Padre que está en los cielos."


Interpretación
Jesús siente mucho amor a los Niños por su pureza,
así como también su severidad contra aquel que
se atreva a causarles daño.

(Mateo: 18, 1-10)