Durante la hambruna, muchos pobladores de otras regiones iban a Egipto para comprar trigo. Entre ellos, José pudo divisar a sus Hermanos. Él no se dejó ver, pero los acusó de ser espías ante las autoridades. Deteniendo ya a uno de ellos, dijo canjearlo por Benjamín, y que deberían traerlo desde su lejana tierra.
Cuando los hermanos volvieron a casa, su padre Jacob no aceptó entregar a Benjamín, como tampoco creyó que José estuviese comprometido en el hecho, pues lo creía muerto. Pero el Hambre, los obligó a retornar a Egipto, llevando a Benjamín con ellos. Sabían que José los estaba castigando.
Al entregar a Benjamín como rehén, José se descubrió y explico el por qué de todo lo sucedido, sus hermanos, se arrodillaron ante sus pies para pedirle perdón.

(Génesis: 41, 43, 44, 45, 46, 47)