Mucho tiempo después del no Sacrificio de Isaac, fallece Sara (Madre de Isaac, esposa de Abraham) a los ciento veintisiete años. Abraham, decide mandar a su mejor sirviente (Eliezer) en busca de una buena mujer para su hijo Isaac.

Cuando Eliezer llegó a Najor, cerca de una fuente encontró a la bella Rebeca (hija de Batuel) a lado de una fuente y su cántaro tal como lo dijo Dios.



Rebeca y sus familiares aceptaron el llamado de Dios, así que fue en busca de Isaac para contraer matrimonio. Ellos tuvieron como hijos a Esaú y a Jacob.