El temor de Jacob desapareció. Esaú llegó a su encuentro con cuatrocientos hombres, y cuando estuvieron frente a frente, se abrazaron, encariñaron y lloraron juntos. Ambos se habían reconciliado.
Esaú se adelantó en llegar a la casa de sus padres. Luego Dios apareció frente a Jacob para decirle:
"Desde ahora serás Israel, y varias naciones saldrán de ti."
Tiempo después, Raquel murió al dar a luz a un segundo hijo que se llamó Benjamín. Jacob con doce hijos y viudo, tuvo predilección por José que tenia constantes y extraños sueños. Los hermanos de José celosos por el buen trato que le daba su Padre, decidieron deshacerse de él, pero tras persuasión de Rubén, sólo lo arrojaron a un pozo vacío.
Tras muchos recelos, decidieron vender a José a unos Ismaelitas por veinte monedas de plata.
(Génesis 33,34,35)