En una tranquila tarde, Abraham tuvo la visita de Dios cuando de repente aparecieron tres hombresAbraham los recibió generosamente brindándoles descanso y comida.

Uno de los hombres preguntó por Sara, Abraham respondió que estaba en una carpa. Aquel hombre le dijo que volverían en un año, y que en ese tiempo, ella habrá dado luz a un hijo llamado "Isaac". Sara (de noventa años) al oír eso, rió ante tales palabras. El Hombre le dijo que por qué se reía. Ella respondió que era ya muy madura, y que era imposible concebir un niño a su edad tan avanzada. El Hombre le respondió que no hay nada difícil para Dios.

Tras el descanso, el Hombre que encarnaba a Dios mirando en dirección Sodoma, dijo a Abraham que erradicaría a aquella gran ciudad debido a sus grandes pecados. Abraham respondió que si en verdad se atrevería a castigar al justo con el impuro. Dios respondió que si hallaba a diez personas buenas, los perdonará por consideración a ellos. Tras esto, se retiró.

Al día siguiente, dos ángeles llegaron a Sodoma. Ellos fueron recibidos amablemente y hospedados en la casa de Lot, de pronto, una turba intentó dar problemas serios a Lot, a su familia y a los Ángeles. Tras lidiar justamente, los Ángeles le dijeron a Lot que tome a su familia y huya de la ciudad, ya que Dios castigará severamente a Sodoma y Gomorra al amanecer.


Al alba, Dios hizo llover fuego y azufre sobre las dos ciudades cumpliendo su promesa de castigo.

(Génesis: 17, 18, 19)