Jesús volvió a Caná de Galilea, donde vivía un funcionario de Cafarnaúm, pero su hijo se moría. Este Padre se acercó a Jesús y le rogó que sane a su hijo. Pero Jesús respondió:

"Ve a casa. Tu hijo está vivo."

Tras esto, el hombre le creyó y de inmediato se marchó.


Caná estaba a 20 kilometros de Cafarnaúm. Cuando llegó el Hombre, los Siervos le dijeron que su hijo estaba vivo y sano. Él preguntó a que hora se recuperó y ellos le dijeron, que a las 7 le bajó la fiebre. El Padre pensó y se dijo que fue la hora cuando Jesús le dijo que se vaya y que su hijo estaba bien. Desde ese entonces, este Padre y toda su familia tuvieron fe en Jesús.

* Ésta fue la segunda señal que hizo Jesús tras volver de Judea a Galilea.